xArix
Septiembre... ¡Oh fatídico mes!

Suele suceder que la mayoría de mortales normales comienzan la mayoría de cosas importantes en este mes:

- Los niños empiezan el colegio (alias cárcel)
- Los papás abandonan las vacaciones de agosto para volver al trabajo.
- Las guarderías se llenan hasta arriba.
- Los parados vuelven a la INEM
- Las tiendas abren a horarios normales
- Nos volvemos a apuntar al gimnasio con la esperanza de poder ir (claro) todos los días.

Y...


Aparecen las colecciones por fascículos.



Trampa mortal y forma de gastar dinero increíblemente atractiva a simple vista... Porque colecciones hay para todos los gustos y colores: Desde ceniceros hasta relojes históricos pasando por muñecas de porcelana, peluches, vajillas de colores y a saber qué más.

El mundo de los coleccionables es un misterio y un bucle infinito que no sabes cuando va a terminar... Porque no lo sabes... Es imposible... Una vez te compras el primer número y decides suscribirte para tener la colección, no sabes cómo pero pasan los años y sigues recibiendo números... En serio, esto debe ser una conspiración del gobierno o algo así para sacarnos la pasta sin que se note demasiado.

Porque hay algunas colecciones que son atractivas (y con unos precios magníficos), como por ejemplo: Cursos de dibujo, cursos de pilates, libros de autores chachis, los clásicos de toda la vida, cursos de inglés y tralarí que te vi...

La primera entrega de estos costará del orden de un euro a dos euros cincuenta... ¡Joder! ¿Quién no lleva eso en el bolsillo en estos tiempos que corren? Claro, ves algo que te mola y te lo compras... ¡Ah amigo! ¡Has caído en la trampa! ¡Te han pillado!

¿Porqué?

A lo mejor piensas: "Yo solo quería el primer número"

Y sí, es posible pero...


Dará la casualidad que el elemento de la colección que más te guste vendrá en uno de los futuros números ¿cual? It is a misteryyyyy! Ahora que te ha gustado dicho elemento, lo quieres, se te antoja, no sabes cómo evitarlo... Se te ha antojado aunque no lo quieras para nada salvo que quieras que se te llene de polvo.

¿Qué ocurre? Se produce el fenómeno de volver al kiosko para el siguiente número y darte cuenta de que ahora este segundo pack te costará del orden de seis euros a ocho euros de forma totalmente descarada.

¿Qué haces? Te suscribes que te sale más barato.

Ala, ya te tienen atrapado. Entre sus garras consumistas, no puedes huír, has entrado a un territorio del que no puedes salir a no ser que te quedes sin fondos o ya no te quepan más elementos de la colección en tu casa... O simplemente porque alguien tenga más valor que tú para negarse a recibir más números de la colección.




Vamos a ver ahora qué podemos encontrar en la calle:

Ohhh, una Blancanieves... Podéis coleccionar las princesitas de Disney :3.



O abanicos con obras de arte pintadas como un estampado :3



¿Qué me decís de aprender a hacer punto de cruz? ¡Yo no puedo esperar más!


¡Ohhh! ¡pero si es! ¡El equipo A! ¡Tengo que comprármelo! ¡Tengo que comprármelo!




Y así hay de todo: Relojes de época, vajillas Disney, literatura fantástica, cocina fácil, aprende a maquillarte, sácate un moco y cómetelo de la mejor forma... ¡Vamos, es infinito!



Y siempre pillarán a algún panoli... Seeeeee, lo pillarán, claro que lo pillarán... ¿Quién puede resistirse a estas colecciones tan inútiles? ¡Nadie! (a excepción del curso de inglés que por lo menos se lo curran). En este mundo consumista y caprichoso nunca dejará de haber sitio para nuestros amigos los coleccionables que esperan a Septiembre para acosarnos sexualmente.



¿Quién de vosotros será el siguiente?





Yo







Ala




Que Arisugawa os acompañe